5 de septiembre de 2013

En algún lugar del sur, 5 de septiembre de 2013

Hola Silvia,
¿Alguna vez te han dejado? a mi hacía unos 10 años que no lo hacían. Abandonarme, lo habían hecho, dejar de quererme también, pero ¿dejarme? pues eso, algo más de 10 años.
La historia es tan parecida que casi da miedo. Por supuesto esta vez, no me han hecho tanto daño, pero el dolor, el abandono....ese sí es igual.
De repente se abre todo ante tus pies. No sabes qué hacer ni qué harás en el futuro. Todo empieza a alejarse y sientes nauseas. No sientes nada, tan sólo abandono.
Esta vez ha sido diferente. Imagino que esos 10 años de diferencia han pasado factura y además ahora somos dos.
El momento fue el que fue, ni antes ni después. Fue la última gota. Es de tontos arrepentirse ahora de nada, si no hubiera ocurrido entonces, habría sucedido al día siguiente o al otro.
¿Cómo superas los giros inesperados? de ninguna forma, tan sólo esperando a que amanezca un nuevo día.
La psicóloga me dice que escriba, aunque no sé muy bien qué debo escribir...¿sentimientos? pues siento angustia, ansiedad, me parece que vivo en un sueño de esos en los que corres, corres pero no avanzas. Siento impotencia, inseguridad, soledad.
¿Planes de futuro? alguno hay, sobretodo por mi misma, debe haberlos: encontrar trabajo. De lo que sea. Terminar el curso y llamar por teléfono.
Necesito rutina. Necesito que alguien ordene mi vida por mi, aunque sólo sea rutina. Ahora entiendo por qué para los niños es tan importante tener una vida ordenada. Cuando uno no sabe qué pasará después, simplemente pierde el norte, y empieza a hacer tonterías para ocupar el tiempo de una forma desesperada. Necesito saber qué haré después y qué cabe esperar de mañana
Guárdame el secreto, ¿vale? quizá si no lo cuento en alto es como si no hubiera ocurrido.

Un beso, te recuerdo
La Maripili

22 de abril de 2013

En algún lugar del sur, 22 de abril de 2013

Hola Silvia,

Llevo unos cuantos meses muy muy perdida. Como ya es habitual en mi, se me ha juntado todo! ¿cuándo aprenderé a coger los problemas uno a uno?
De nuevo me han diagnosticado depresión. Es una jodienda porque habitualmente no tengo tiempo de ponerme enferma y menos de deprimirme. Si fuera una depresión de esas chungas, tendría excusa para tirarme en la cama, hartarme de pastillas y que todo el mundo me diera mimos pero como ni para eso tengo estilo, pues voy y me cojo una mierda de depresión leve que a lo único que me lleva es a superarla por mis propios medios y no tengo ganas, cojones!

Llevo toda mi vida buscando aliados que me digan que el problema no está en mi. Vale, no estoy bien psíquicamente, pero que en realidad la gente que me ha tocado en suerte no es que ayude a que yo me equilibre y resulta que ahora, a mis 38 años, me confirman que el problema está en mi. Soy yo la que lo hace mal, soy yo la que tiene que cambiar y soy yo la que hace infelices al resto.
No, no me estoy autoboicoteando, no me estoy haciendo la víctima, el problema soy yo.
HOLA, ME LLAMO MARIPILI Y ESTOY DESEQUILIBRADA.
TE QUEREMOS, MARIPILI!!!!!
Hoy ha sido la enésima vez que he ido a un psicólogo y estoy tan mal, que me va a tratar un psicoterapeuta infantil!!!! flipas! es como si vas al ginecólogo para que te trate un dolor de cabeza. Pero bueno, lo importante es que me mola la chica. Ha intentado derivarme a un psicólogo clínico, pero no quiero. Ella me hace sentir cómoda, la siento cercana, y lo más importante: me habla y además de entenderla, no me hiere con sus palabras.
En definitiva, no me aclimato a mi nueva situación. Los problemas de la niña, los problemas con mi incipiente empresa y mi propia forma de ser, están jugando en mi contra. Y ya para remate, casi me cargo mi relación sentimental. Bueno, aún puedo cargármela, por eso he buscado ayuda. Pero es que, coño! todo es nuevo para mi! y no soy fuerte, ¿te lo había dicho ya? no soy fuerte, coño, tan sólo sigo viviendo.

Mi versión de los hechos es que:
- La niña no se adapta y me lo hace pagar
- No tengo trabajo y no sé ser jefa, por lo que no sé tratar con clientes a nivel de jefa
- A mi pareja no le gustan los cambios y por eso, cada vez que le propongo uno, él lo rechaza.
- Estoy sola. Y debo joderme, ya que es lo que yo he elegido
- Mi madre no me entiende
- Mis amigas están lejos y yo debo seguir jodiéndome porque sigo siendo yo la que lo ha elegido
- No sé hacer de madrastra y debo cambiar mi forma de ser
- ¿No se supone que intentar cambiar a alguien por amor es un error? Y por qué me intentan cambiar a mi?
- No puede ser que tan sólo yo tenga el problema, hay otras personas que también se equivocan y no lo ven.
- ¿Por qué debo cambiar sólo yo si no soy yo la única que no actúa bien?
- Si yo intento cambiar, ¿por qué no cambia el otro también?
- La gente que se cree que soy fuerte y me pasan el peso de sus vidas. Si de repente ya no puedo con tanto peso, ¿por qué me critican?
- No PUEDO cambiar. Tendrán que quererme tal y como soy. Todo el mundo es imperfecto, ¿verdad? ¿por qué tan sólo a mi me machacan y me exigen ser perfecta?
- Encima me insultan. Me llaman manipuladora, me dicen que quiero convertir a otro en mi.

Pero la realidad es bien distinta:
- La niña no se adapta porque es normal que no lo haga, y me lo hace pagar a mi porque soy yo la que ha promovido ese cambio, pero también es lo normal. No lucha contra mi, lucha contra ella misma y no lo sabe verbalizar.
- Sí, vale, yo no sé ser jefa, pero es que hay mucho cliente gilipollas suelto. Además, Zamora no se conquistó en una hora, verdad?
- Efectivamente, ni a tu pareja ni a nadie le gustan los cambios, aún y así, está dispuesto a cambiar pero no a cualquier precio. Está dispuesto a cambiar lo que es razonable, no todo lo que yo proponga.
- Estoy sola, pero puedo hacer cosas para cambiar esa situación.
- Mira, en eso llevo toda la razón! mi madre no me entiende. El problema es que cada día me parezco más asquerosamente a ella y lo grave, es que yo empiezo a entenderla a ella!!!!!!!!
- Sí, mis amigas están lejos, pero puedo llamarlas. Puedo de una puñetera vez salir de la concha y pedir ayuda.
- No, no sé hacer de madrastra y sí, debo cambiar mi forma de ser. Porque es así. Y son lentejas. O cambio  mi forma de ser o mi relación se irá al traste. ¿Quiero ser feliz? ¿mi forma de ser actual me hace feliz? no, ¿verdad? pues por eso debo cambiarla. Y porque mi papel es el de madrastra, nada más. Debo aprender ese papel, igual que aprendí el de madre.
- Cambiar a alguien por amor es un error. Ese alguien (en este caso yo) debe cambiar por sí mismo, para ser más feliz, para sentirse más agusto consigo mismo, no por amor o porque otro se lo pida. Me intentan cambiar a mi para que yo sea más feliz. De la misma forma que yo ofrezco mis conocimientos y mi apoyo para que los demás sean felices, ellos intentan decirme cómo puedo hacer para ser más feliz, qué debo cambiar para ser más feliz. Quieren que cambie porque me quieren.
- Lo siento pero sí, tan sólo yo tengo el problema, porque soy yo la única que sufre. Los problemas de los demás son sus problemas, y si ellos están felices, no tienen nada que cambiar.
- Debo cambiar sólo yo porque soy yo la que quiere ser feliz. El hecho de que los demás cambien no depende de mi, yo tan sólo puedo actuar sobre mi persona, no sobre las personas de los demás. Ellos serán responsables de sus errores y pagarán las consecuencias. Entonces yo podré elegir entre consolarles o no, pero nadie escarmienta en cabeza ajena, cada uno tiene que cometer sus propios errores, no puedo superproteger a todo el mundo. Yo he cometido errores y he aprendido de ellos, ahora debo dejar que los demás se equivoquen y aprendan de sus errores.
- Si yo intento cambiar, seré feliz. Si el otro no cambia, es su elección y la mía es seguir a su lado o no, pero no puedo exigir que el otro cambie, es su decisión.
- Es que los demás no cargan el peso de sus vidas sobre mi, soy yo la que cojo esos pesos voluntariamente y luego, cuando veo que no puedo, intento echarle la culpa a otro. Si ya tengo mis propios problemas, ¿por qué me cargo con los problemas de los demás?
- NO PUEDO, NO EXISTE. Existe: no quiero, no sé, pero no puedo no existe. ¿Quiero? sí. ¿Puedo? con esfuerzo, seguro que podré. ¿Sé? no. Ahí es donde debo pedir ayuda y paciencia a los que me rodean, pero todo debe nacer de mi.
Efectivamente, no puedo cambiar mi forma de ser y tampoco es sano, puedo aplacarla. Puedo utilizar mi forma de ser para lo bueno y reprimir lo malo. Sí, me tienen que querer así.
No, no me exigen ser perfecta, me lo exijo yo misma. Y yo no soy perfecta. Se me permite llorar, se me permite chillar, se me permite perder los papeles, pero en ocasiones muy contadas, porque todos nos equivocamos, incluso yo. El problema es cuando siempre pierdo los papeles o cuando siempre estoy chillando.
- Soy manipuladora. De forma altruista, pero lo soy, y eso es un error. Los manipuladores no son sólamente las ángelas chanin de la vida, existen los manipuladores altruistas que con su buena intención, intentan que los demás hagan o sean como uno mismo, porque uno mismo cree que lo que hace es lo correcto, que lleva la razón, porque para ellos funcionó, así que creen que los demás también serán felices haciendo lo mismo que ellos pero eso es un error. Hay tantas personalidades como personas, y lo que hace feliz a una, no tiene que hacer felices a todas.

Ahora tan "sólo" me queda asumir toda esta información y ponerla en práctica. Casi nada!

Un beso, te recuerdo,
La Maripili

5 de abril de 2013

En algún del sur, 5 de abril de 2013

Hola Silvia,

Últimamente ando un poco perdida. Todo el mundo alaba mi fuerza, mi capacidad para luchar, incluso han calificado mi vida como un reto. La gente, ¿qué se cree? ¿que esa fuerza me viene del cielo como si fuera el maná? que por el hecho de que piensen que soy fuerte, ¿pueden aprovecharse y volcar todas sus miserias en mi? Pero lo que más me molesta es cuando fallo. Joder! son implacables, coño! se me echan encima, me dicen que me equivoco, que qué carácter tan fuerte tengo, que no puedo rendirme, que rendirme es de cobardes, que les defraudo, que les castigo....venga hombre!!!!! coño no son capaces de dirigir sus propias vidas, las dejan en mis manos y cuando fallo el paso me echan las culpas! pero, ¿de qué vamos?
Lo primero, y como dice Sheldon de la serie "the big bang theory", si me pides ayuda tendrás que acatar lo que yo diga y sino, no me la pidas. Segundo, si ves que encima lo estoy haciendo bien y que funciona, ¿por qué me pones pegas?. Tercero, ten en cuenta que tú no eres capaz de apañártelas solo y por eso necesitas y pides ayuda por lo tanto, ¿por qué eres tan cruel cuando yo pierdo el paso? ¿no deberías ser algo más permisivo? que no es mi obligación, cojones, que es un favor, coño!
Estoy dispuesta a "negociar" cuando en realidad si tú vas a terapia, el psicólogo no negocia, pone normas y son lentejas! o las sigues o no vengas, pero bueno, estoy dispuesta a negociar. Estoy dispuesta a pasar inadvertida, es decir, estoy dispuesta a que te lleves tú los laureles de la victoria pero cojones! de cara a la galería! cuando estemos a solas, reconóceme la gloria y valóralo.
Suelo regalarme. Sin exigencias. Darme por entero. Lo sé, es un error muy muy grave, pero es que soy muy intensa, tú ya lo sabes. ¿Por qué cuando sumo todo va bien y cuando resto todo va mal? porque ya te has acostumbrado, ¿verdad? pues lo siento, pero aunque suene feo, necesito algo a cambio. Vale que un regalo lo haces porque quieres, porque te apetece, pero si tú regalas y no te dan las gracias, ten por seguro que dejarán de regalarte.

Últimamente me acuerdo mucho de mis años en el país vasco. Me pasaron muuuuchas cosas: fui la amante de un hombre casado, llegué al tope de mi carrera profesional, me conocí, me demostré que era capaz de muchas cosas, hice escalada y trecking, salí en la tele, y me quedé embarazada.
Esa fue la razón de que me volviera a Madrid, pero es muchísimo más largo que eso.
Falta de "cultura" sexual. Sí, creo que esa fue la razón. Vale, también fui irresponsable pero sobretodo por desconocimiento.
Maldito mes de descanso de la píldora! ¿conoces a alguien que se haya quedado embarazada teniendo la regla? pues ya conoces a una! Me quedé embarazada en el puñetero mes de descanso de la píldora y en el primer día de la regla! vale que tenía que haber puesto protección porque al fin y al cabo, el embarazo fue lo menos grave que pudo pasarme pero cojones! ¿por qué si algo puede salirme mal, no me conformo y me sale como el culo? coño que entre la posibilidad de no pasarme nada y de que me infectaran con el SIDA hay muchíiiisimos puntos intermedios! vale, el embarazo es un punto intermedio pero coño, más cercano a las consecuencias malas que a las buenas!
Imagínate, 29 añitos recién cumplidos, emocionada porque ya era mi segunda cita con un tío rubio, guapo, y pillado. Era perfecto! sexo más o menos bueno y sin compromisos, ya que él tenía su novia, y de repente el predictor da positivo.
De repente sientes como el suelo desaparece y empiezas a caer en picado. ¿A dónde vas con alguien así? un absoluto irresponsable, descerebrado con el que únicamente querías pasar unos buenos ratos. Justo ahora! cuando por fin me encuentro feliz con mi vida y puedo hacer justo lo que me apetece cuando quiero....una puta tragedia.
Navidades. Comienzan las molestias. Visita de urgencia al ginecólogo. "Señorita, está usted embarazada. ¿No se ha hecho la prueba de embarazo?-Sí, pero pensé que estaba equivocada, esos cacharros a veces se equivocan, ¿verdad?- Señorita, en los positivos esos cacharros casi nunca se equivocan" Mierda, mierda, mierda! y ¿qué hago ahora? abortar, está claro. "Doctor, ¿Dónde puedo abortar? me han hablado de unas píldoras que puedo adquirir en francia y de unas clínicas de allí también que están especializadas en estos casos. - Sí, por supuesto, pero aún está de muy poco tiempo y no puede abortar, tiene que esperar aún casi 4 semanas para poder abortar, mientras tanto, piénseselo."
¿Que me lo piense? ¿QUE ME LO PIENSE? qué cojones tengo que pensar! nada! quiero abortar. Está en contra de mis ideales, de mi religión, de mis principios, de todo! pero ahora no puedo tener un hijo. Nunca he tenido un niño en las manos, no me gustan los niños, son ruidosos, llorones, molestos, y sobretodo hay que educarlos....no sé educar a un niño! además, no me quiero casar. No quiero casarme! también va en contra de mis principios y además con este tío!!!!! ¿a dónde voy yo con este tío?.
Necesito un café. Necesito un cigarro. Oh, mierda! voy a tener que dejar de fumar!!!!! no puedo dejar de fumar, no puedo estar embarazada. Esto es una puta broma de la vida y seguro que lo pierdo. ¿Qué posibilidades tengo de perderlo? Tengo que llamar a Marijuli.....
- Maripili! no te lo vas a creer! acabo de ver a una tía que se parece un montón a ti con un niño en los brazos!!!! ¿Qué tal vas? ya estás en Madrid? nos veremos?

.....

Un beso, te recuerdo
Maripili

1 de abril de 2013

En algún lugar del sur, 1 de abril de 2013

Hola Silvia,

Te contaría muuuuchas cosas que han pasado en este último mes que llevo sin escribirte pero me apetece contarte qué pensé, qué pasó cuando David me echó de su casa y yo tuve que decidir si quedarme en San Sebastián o volver a Madrid.

Como ya sabes y viviste en tus propias carnes, ni mi relación con mi madre ni con mi familia era, o es, buena, así que casi desde el principio el volver a Madrid no era una opción. Además, tenía un buen trabajo en Irún y David iba a pedir la cuenta en la empresa por lo tanto, sería toda para mi, sin tener que verle la cara cada día.
Además, hacía poco me habían ofrecido un cargo de mayor responsabilidad en la empresa y no iba a dejarlo escapar.
A parte de todas estas razones, me apetecía empezar una nueva vida. El tiempo que llevaba sin tener a mi madre a dos paradas de metro de distancia, había sido muy beneficioso, así que cuando David me dijo "te quiero fuera de mi casa" y tras los primeros momentos de duda, pensé que debía quedarme allí a vivir.
Viniendo de Madrid, lo normal sería pensar que en una ciudad como San Sebastián, que es capital de provincia y tal, iba a estar cómoda pero no era el caso. Es una ciudad muy bonita para ver pero muy muerta para vivir. Si querías irte a tomar una cerveza a partir de las 8 de la tarde un miércoles por la noche, tenías que bajar a la ciudad, a la parte antigua, con todo lo que ello conllevaba: coche, parking, cervezas más caras.....vamos, que el barrio donde David vivía tenía menos vida que un cementerio! así que decidí buscar casa en Irún.
Irún tan sólo es un pueblo pero tiene vidilla, tiene gente por la calle (por la única calle del pueblo) tenía casa de cultura, gimnasio, centro de salud, parada de bus, renfe....tenía todo, más cerca y más accesible que en la capital, así que, la cosa estaba clara.

Después de llorar mares, de sentirme frustrada, perdida, rendida, tristísima y todo y todo, me instalé en mi nueva casa.
De repente, descubrí un montón de gente que hacía tiempo que estaban ahí, dispuestos a ayudarme, a ser mis amigos, pero que yo no había visto porque la relación enfermiza y de dependencia con David me tenían ciega.
Un compañero del almacén vino a montarme la cama, un montón de chóferes me ayudaron con la mudanza, y un chavalín de la empresa de enfrente empezó a llevarme al cine y a dar una vuelta sin pretender absolutamente nada conmigo o de mi.

En los siguientes años me convertí en alguien respetable en la empresa, me conocí a mi misma, hice deportes que nunca pensé como la escalada por roca, adopté un perro, hice amigos, gané dinero, pero sobretodo y por encima de todo, descubrí que no era una niñata que no era capaz de conseguir por sí misma nada, como me había hecho creer mi madre toda mi vida. Yo me encargaba de mis gastos, de mi casa, y aún me quedaba para salir.
Aprendí a utilizar a la gente. Ya sé que no es políticamente correcto pero es más real que el teclado con el que te estoy escribiendo.
Cuando me apetecía salir llamaba a determinadas personas; cuando me apetecía ir al teatro, a otras distintas y cuando quería ir de excursión, a otro tipo de gente. Y una vez terminada la actividad, tú a tu casa y yo a la mía, y no necesito ni enviarte mensajitos, ni estar llamándote todo el día, ni obligarme a salir contigo porque hace más de un mes que no nos vemos, no me hace falta. Te llamo cuando me apetece y cuando no, no.
Otro aspecto importante es que sabía hasta dónde quería llegar con alguien, me explico....
Una vez un chófer por un acontecimiento que no recuerdo, no podía quedarse a dormir en su camión y yo le invité a cenar y a quedarse a dormir en mi sillón. Literal: cenar y dormir en el sillón.
Mientras hacía la tortilla, ya intentó acercarse a mi, y se lo volví a aclarar: cena y sillón.
Cuando terminamos de cenar, volvió a acercarse. Me contó que yo le había hecho señales, que ninguna mujer decente dejaba subir a un chófer a su casa, que yo había sido muy amable y quería "pagármelo"....y mi antigua maripili me decía: "tiene razón, la culpa es tuya por ofrecerte. Te pasas de buena y la gente no lo entiende. Es un "compañero" de la empresa, ¿qué dirá de ti si no sucumbes?" pero la nueva maripili lo tenía claro: "no, yo le he dejado claro que era cena y sillón, en ningún momento le dije más. Ni me he insinuado ni le he ofrecido nada más. NO"
Por supuesto, me tachó de calienta poyas, de estrecha y de no sé cuántas cosas más, pero fue cena y sillón.
Vale, este caso no es un buen ejemplo de aprovecharme de la gente pero sí de otra de las muchas cosas que aprendí: a decir NO. A creer en mi, a hacerme caso, a confiar en mi, a no creerme la última mierda, a no dejar que me manipulen....en definitiva, me hice independiente.

¿Era feliz? ¿era más feliz que en Madrid? rotundamente no, pero sí estaba más tranquila, me sentía más segura y sabía lo que quería, cuándo lo quería y con quién. No me influenciaba la familia, ni el qué dirán, ni los compromisos sociales, éramos yo y mi vida, y ya tenía bastante.

Muchas veces me pregunto si me arrepiento de lo vivido. Si me hubiera gustado no conocer a David. Si tuviera una máquina del tiempo, si al volver a aquella época cambiaría algo. La respuesta vuelve a ser: NO.
Aunque en realidad, si tuviera una máquina del tiempo se cubriría de polvo en mi trastero porque no la utilizaría. El pasado duele demasiado y el futuro me da miedo.


Un beso, te recuerdo.
Maripili

14 de febrero de 2013

En algún lugar del sur, 14 de febrero de 2013

Hola Silvia,

Hay algunas cosas que me sacan de quicio como por ejemplo que me entren ganas de escribirte cuando por fin he conseguido calentar la funda nórdica.
Que el ordenador tarde 800 horas en arrancar mientras siento como las musas se escapan por la rendija de la ventana junto al humo del cigarro.
Frases del tipo "es normal, son niños". No! cojones! no porque sean niños se les tiene que permitir todo!
¿Sabes de lo que tengo ganas? de que la frase "no te preocupes, todo se arreglará" se convierta en "deja de preocuparte, ya estoy yo aquí y lo voy a solucionar". No cuesta tanto decirlo, y mucho menos hacerlo, tan sólo se necesita amor, respeto y ganas de hacer feliz a la otra persona porque realmente crees que se lo merece.

Como te conté, hace más de un año que conocí a alguien y cuando me di cuenta de que él era mi príncipe azul y de que tan sólo había una manera de estar juntos, no lo dudé, hice las maletas y me fui. Fue mi "no te preocupes cariño, ya estoy yo aquí y lo voy a solucionar". Y lo hice.
Durante el verano viví en un auténtico paraíso! pero el verano terminó y Dios me echó de él en cueros y con tan sólo una jodida manzana para alimentarme. Y entonces me comió la realidad.
¿Que cuál es la realidad? pues como en todo cuento, una bruja que echa una maldición sobre el príncipe o la princesa, en este caso, sobre el príncipe aunque le ha salpicado a la princesa.
La maldición fue clara: tan sólo serás hombre durante una semana, a la siguiente serás tan sólo padre. Y con esa maldición vivo desde entonces.
Es curioso porque sé que la maldición tan sólo durará una semana, pero no consigo acostumbrarme.
En mi caso es peor, mi maldición fue: parirás con dolores (jódete y sino haber puesto protección, que ya te lo advertí) y serás madre 24 horas al día 365 días al año. Hala! para que te jodas Paca! ahora duermo en el suelo!
Vale, no me gustan los niños, todo el mundo lo sabe, y por eso quizá no tengo paciencia, por eso quizá soy más exigente y por eso quizá echo de menos ser tan sólo mujer. No! espera! lo de ser mujer debería prevalecer sobre lo de ser madre, no? ninguno de los dos papeles te abandonará durante el resto de tu vida, pero llevo más años siendo mujer que madre.

El caso es que durante la semana que la maldición cae sobre nosotros, casi no podemos vernos. Intentamos robar tiempo a nuestras obligaciones viéndonos a escondidas en comidas clandestinas o alguna que otra cena, siempre intentando que la bruja no se dé cuenta porque sino manda su rayo porculero y uno de los niños nos jode.
Es una mierda. A mi nadie me avisó de que me vendría a vivir con medio hombre. Yo llevo 8 años siendo madre y mi marido nunca se quejó de que dejara de ser mujer. Sí, ya sé que soy muy exigente, ya lo hemos dejado claro antes, pero no sé por qué tengo que conformarme con menos de lo que yo doy.
Imagino que la angustia de que la maldición tan sólo dure una semana, hace que todo se viva con más intensidad pero coño! yo me vine aquí buscando tranquilidad y serenidad en mi vida el 100% del tiempo, no 50% paz y 50% maldición. Y mi pregunta es:¿cómo lo hacen los padres que son matrimonio y padres el 100% del tiempo?
Yo lo veo así, la vida debe ser como un gran cajón con cajones pequeñitos que representarían tu vida, el tiempo que tienes para hacer determinadas cosas, como el anuncio ese tan idiota de la cocacola light, es decir, un cajoncito para el trabajo, un cajoncito para dormir, un cajoncito para comer, otro cajoncito para cagar, y a partir de ahí, organizar el resto de las cosas que hay que hacer porque estamos de acuerdo que sin comer, dormir, trabajar o incluso cagar, no podemos subsistir, el resto es...eso, el resto.
Un cajoncito para encargarte de la compra, de las comidas, del ocio, del tiempo con tus hijos, del tiempo con tus amigos, del tiempo para tu pareja y del tiempo para ti, a solas. ¿Qué ocurre cuando mezclas el contenido de esos cajoncitos? pues que algo está mal, algo funciona como el culo! porque de la misma forma que no puedes hacer la compra mientras cagas (a no ser que lo hagas por internet), no debes mezclar el tiempo de estar a solas con la compañía, o el tiempo de estar con tu pareja, con los hijos. De vez en cuando se puede mezclar, pero debes asegurarte de que después reorganizas todo y vuelves a meter cada cosa en su cajón porque sino llegará un momento en que vayas a encontrar tiempo para estar con tu pareja y no lo encuentres y entonces sobreviene el caos, porque ya nada está organizado, ya nada está en su sitio.

Ayer estuve en la mediadora. Mi chochete va muchísimo mejor, por cierto, se llama Almudena, pero aún le cuesta coger algunas rutinas y no entiendo porqué! es muy fácil, cojones:
Desayunas, te lavas, te vistes, te calzas, te peinas y al cole. Todos los días la misma historia desde que tenía un puto año y aún no lo ha asimilado.
Descubrimos que si durante el desayuno ve los dibujos, el tiempo vuela, yo me enfado, grito y al final llegamos tarde al cole. ERROR!!!!! hemos juntado dos putos cajoncitos, el de las rutinas y el del ocio. Incompatibles!. Y claro, cuando por la tarde le pido a mi chochete que mantenga las rutinas, ella tiene los cajones mezclados y le cuesta mucho volver a ordenarlos.
Nos impuso la mediadora que organizáramos los cajones y que si estábamos en el desayuno, no había tele. FUNCIONÓ! y al tercer día, aflojé la manta y la dejé volver a juntar los cajoncitos, es decir, la dejé volver a ver la tele mientras desayunaba. ERROR!!!!!
Es jodidamente cierto: las rutinas hay que mantenerlas. Siempre. Sin pensar en que la maldición tan sólo dura una semana, porque de una forma u otra, llegará otra semana. Los puñeteros cajoncitos no deben mezclarse porque sino, ya sabes lo que te va a pasar, luego no vengas a llorarme.

Un beso, te recuerdo
Maripili.

13 de febrero de 2013

En algún lugar del sur, 13 de febrero de 2013

Hola Silvia,

Pues como te conté, me fui a vivir al País Vasco detrás de David. Es curioso la cantidad de cosas que caben en el maletero de un peugeot 206 azul llamado Micky.
Por supuesto la historia acabó mal, ya lo sabía desde antes de irme allí a vivir, pero nada me ataba a Madrid así que, ¿qué mejor sitio para reinventarme que a 550 km?
Llegué allí con un buen trabajo y enseguida empezaron los problemas con David, hasta tal punto que para septiembre la relación ya estaba rota, aunque yo seguía viviendo en su casa, craso error!
Un día, él se empeñó en venir a buscarme a la estación de tren de San Sebastián y para ello cogió mi coche, él decía que era lo justo, que la gasolina del viaje la pagara yo. Mi coche no pesaba lo mismo que el suyo, no era tan estable, y en una curva, se salió. Dio media vuelta de campana y se quedó bajo el coche que estaba patas arriba. Tuvo suerte, el techo quedó en el hueco que dejaba una acequia en la rivera del río y como no llevaba el cinturón puesto, se golpeó contra el techo del coche sin que la chapa oprimiera sus piernas.
Me llamó por teléfono y cuando llegué al lugar del accidente ya le estaban rescatando los bomberos. Estaba ileso. Mi coche casi siniestro.
Me sentí culpable. No sé por qué. Yo le había insistido para que no fuera y tampoco fui yo la que pisó el acelerador, ni la que le convenció para coger mi coche ni la que le dijo que no se pusiera el cinturón, pero yo me sentía culpable.
Se le llevaron a observación al hospital y estuvo un par de días. En esos días su madre no me dejaba acercarme a su cama ni quedarme a solas con él por si le volvía a hacer daño.
Curiosamente, cuando le dieron el alta, a los pocos días tuvo que volver a urgencias porque su madre le provocó una salmonelosis que casi se le lleva al otro mundo. También me sentí culpable de eso.

Tengo un fallo, uno muy muy gordo que es que no me hace falta que la gente me diga cuando me he equivocado porque yo ya me culpo incluso cuando no soy la culpable. Entonces la gente se aprovecha. Te echan toda la mierda encima porque tu cabreo por la ofensa dura tan poco, es tan fácil darme la vuelta a la tortilla que antes de que me dé cuenta ya estoy pidiendo perdón incluso por la muerte de Manolete.

Estuvo de baja varios meses y cuando se encontró mejor me echó de su casa. Esa misma noche. Ni siquiera podía esperar a la mañana siguiente, tenía que vaciar su casa porque él iría a primera hora de la mañana y no quería que quedara de mi ni el olor.
Llamé a mi madre, no me sentía con fuerzas para hacerlo todo de esa manera, dolía demasiado. Ella me contestó que lo sentía mucho pero que estaba en la playa y que no podía ayudarme. Que si estuviera en Madrid, cogería un avión  y se plantaría allí, pero que estaba en su mes de vacaciones y que no podía hacerlo porque necesitaba descansar. Que volviera a llamar a David y le rogara que me dejara pasar la noche en su casa.
Le llamé, le rogué y le lloré implorándole piedad. Oyó mis súplicas y me dijo que de acuerdo, que podía quedarme a pasar la noche. No lo hice. Cuando empezaba a amanecer descargaba la última caja en mi nueva casa. Era mediados de julio.
Me sentía cansada, dolorida, vejada, abandonada pero sobretodo sola. Muy sola. Desamparada. Él tenía a su madre, su madre tenía a su marido ¿y yo? ¿ a quién tenía yo? a una madre en la playa. Nadie a quien recurrir.
El otro día en una peli decían: "en una relación gana el que menos quiere". No sé si yo le quería, no sé si le quise, lo que sí está claro es que a mi no me faltó nada por hacer.
Al principio él confiaba en mi, me pedía consejo, ayuda, contaba conmigo para todo. Y un día de repente, se acabó. De repente era la peor de la peli. De repente todo lo que yo le había dicho antes, aconsejado, apoyado y ayudado quedaba en agua de borrajas. Ya no servía, ya se le había olvidado. Yo fui la culpable de ese accidente. Por supuesto que él sabía que yo no era la culpable! por supuesto que él sabía que el pie que apretó ese acelerador era el suyo! pero era más fácil culparme a mi, porque era a mi a quien iba a buscar en ese momento. Yo era la culpable y tenía que dejármelo bien claro. Yo lo había arruinado todo.

Tengo ganas de ser importante para alguien, pero no sólo durante un tiempo mientras esa persona es débil, quiero ser importante también después, cuando esa persona es fuerte. Quiero ser la Reina para alguien.
Dirás que si tengo una hija, es de suponer que lo soy todo para ella, que por fin lo he conseguido, pero no es así, o por lo menos no es esa la necesidad que tengo porque incluso para ella llegaré a no ser importante.

Si me apoyo en ella y la convierto en el centro de mi vida, ¿qué pasará cuando se vaya de casa? ¿qué pasará cuando en plena adolescencia pase por la etapa en la que odia a su madre? ¿con quién pasaré las navidades cuando ella tenga novio y las quiera pasar fuera de casa?.
Sí, soy una egoísta, tan sólo estoy pensando en mi, pero es que me pone muy triste pensar que he ayudado a mucha gente y que llegado el momento, nadie me ayuda ni me respalda a mi.

A finales de julio David pasó por la empresa, porque trabajábamos juntos, para pedir la baja voluntaria, ya que había encontrado un trabajo mejor. Me avisó para que nos viéramos, quería hablar conmigo. Yo, tonta de mi, me reuní con él en la entrada y su mensaje fue impactante: "Quiero que me pagues el alquiler correspondiente a los 12 días que has vivido en mi casa, serán 132.73 €. Mañana vendré a por el finiquito, quiero mi dinero" Al día siguiente vino con las vueltas justas en previsión de que le diera 150€, pretendió devolverme hasta los céntimos. Se los tiré a la cara.

Un beso, te recuerdo.
Maripili

5 de febrero de 2013

En algún lugar del Sur, 4 de febrero de 2013

Hola Silvia,

Ya sé que tengo que contarme más cosas para ponerte al día pero es que lo de este fin de semana tengo que contártelo ya!!!!
Los vecinos de la puerta de al lado de Ray son como Mich y Cam, la pareja gay de Modern Family, tan sólo les falta la niña adoptada china aunque como sigan con sus planes, la tendrán. Pero eso te lo cuento otro día. Pues Mich y Cam nos invitaron el sábado al cumple de Mich en un bar de la capital, y allí que nos fuimos los Serranitoh. Sí, ya sé que tampoco te he contado quiénes somos los Serranitoh, pero ya te lo contaré, no me presiones! para que te hagas una idea: los míos, los tuyos, tú y yo.

Bueno pues llegamos al bar y hala! a tomar cervezas! pero sin alcohol, que ya bebimos suficiente de jóvenes, ¿verdad?. Yo siempre he bromeado con el hecho de que incluso el agua me emborracha porque en realidad nunca me ha hecho falta ningún "plus" para hacer el idiota pero es que esta vez, estoy segura de que la sin alcohol me emborrachó, qué tardecita!
Empezó todo muy bien: unas charletas, controlando a los enanos, cerveza va y cerveza viene, alitas, tortillita y demás canapieses que nos sirvieron, todo volaba a la velocidad del rayo hasta que un par de horas después nos sirvieron un bizcocho y unas galletas a modo de tarta de cumpleaños que estaban.....como quemadas....no sé, sabían raro.
A partir de ahí, sobrevinieron los ataques de risa estúpidos y una sensación de empezar a flotar que no era normal. Empezamos a despedirnos de la peña entre risas e intentamos meternos todos en el coche, ya una vez en la carretera las sensaciones extrañas se potenciaron.
Tenía como pequeños momentos de narcolepsia, era como si me durmiera un par de segundos y al despertarme y coger conciencia, no conseguía saber si iba para adelante o para atrás. El culo no terminaba de estar pegado al asiento y tan sólo era capaz de reír y reír sin control. Por suerte, no conducía yo porque sino habría tenido que parar unas cuantas veces ya que las lágrimas no me dejaban ni abrir los ojos.
Qué vergüenza....el resto del pasaje del coche no dejaba de preguntar qué nos pasaba y nosotros entre carcajada y carcajada tan sólo acertábamos a rezar a todos los santos para conseguir llegar a casa.
Cuando conseguimos llegar, no pude evitar besar el suelo al mejor estilo Papa de Roma y muy calladita y formal fui capaz de llegar a la mesa de la cocina y sentarme muy tiesa en una silla donde no podía parar de reír y de chillar a voz en grito: "Bendito sea!" cojona! en mi vida me he alegrado tanto de ser cristiana!
Una vez en la cocina y con el calorcete del brasero me pegó un cebollazo que me dejó fuera de combate. Me quedé dormida en la silla y hasta sentada en la taza del water! Mi queridísimo Ray tuvo que llevarme en parihuelas hasta el dormitorio.

Al día siguiente y tras unas 16 horas de sueño, fui capaz de reunirme con los "vivos" aunque una leve sensación de irrealidad flotadora me siguió acompañando el día entero.

Ya sabes que normalmente es la última cerveza la que sienta mal, pero creo que en este caso fue el bizcocho de maría que nos sirvieron de postre.
Guardame el secreto, vale?con lo maja que tengo la niña ahora no quiero que me la quiten los asuntos sociales.

Un beso muy grande, te recuerdo
Maripili