7 de octubre de 2013

En algún lugar del sur, 7 de octubre de 2013

Hola Silvia,
Tan sólo he tenido que esperar pacientemente casi 39 años pero por fin lo ha dicho.
Como no podía ser de otra forma, tiene que ver con mi madre. Ya sabes la relación tan "estrecha" que nos ha unido siempre. Ya sabes que en parte mi forma de ser tiene que ver con como me han educado y como me he sentido ante eso.
Siempre he sentido que era una "hija de sustitución", es decir, que yo vine este mundo para sustituir el papel de otro hijo. La historia podría ser más romántica, como en el cine, haber sido manipulada para tener unos genes X y ser la salvadora de mi hermana moribunda de un cáncer incurable, pero no. Mi historia siempre es .....distinta. Yo vine al mundo para que mi madre se sintiera realizada como tal, ya que con mi hermana nunca pudo ser madre pues al tener un retraso, tuvo que cuidarla perdiendose los primeros pasos, las primeras palabras......jo! No consigo engañarme ni a mi misma!!!!!! Mi madre es tan egoísta que me tuvo a mi para asegurarse de tener a un hijo que hiciera lo que ella nunca pudo, que trabajara de lo que ella nunca valió, que tuviera mucho dinero, se casara con un príncipe, y tuviera unos hijos preciosos (a poder ser la parejita) dentro de un feliz matrimonio en el país del algodón de azúcar. Una hija con la que poder dar envidia, una hija a la que poder sacar a la calle y sentirse orgullosa.
Pues se jode! Qué me tuvo a mi!
Nunca he sido lo suficiente, nunca he estado a la altura, o al menos, así es como me hacia sentir, hasta ayer.
Vale, no te engañaré, sigo sintiéndome así porque 38años no se borran con tan sólo unas palabras pero al menos, por fin mi madre me ha dicho que se siente orgullosa.
Fue ayer. Dice que me ve muy bien después de mi ruptura, que me ve feliz, con mejor cara, sin ojeras, más serena y tranquila. Imagino que tiene razón, aunque no sea la representación de la felicidad en la tierra, he de admitir que la vida que llevaba no era fácil. Al menos, la vida que me estaba obligando a llevar por no saber ser de otra forma. Ahora, y como dice el refrán, "ojos que no ven, hostión que te metes" .
El caso es que por fin mi madre se siente orgullosa. Dice que he tenido una vida más complicada que ella (increíble! Alguien que la gane en algo, aunque sea en miserias) y que he sido mucho más valiente que ella enfrentandome a esa vida de adversidades.
Que no entiende como alguien con mi currículum (me dieron ganas de preguntarle simplemente: dime 1 de los trabajos que he desempeñado. Pero para no estropear el momento, preferí permanecer calladita) pueda estar aún en paro.
En definitiva y como he dicho antes, que todo esto no sirve para arreglar o dulcificar 38 años aguantandola, pero reconozco que me hará más fácil los otros 20 ó 30 que me faltan.

Un beso, te recuerdo
La Maripili

4 comentarios:

  1. :)

    Cuando te han hecho tanto daño, unas palabras no bastan pero... es agradable notar que la herida sólo duele, que no hay nadie metiendo un dedo en ella...

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  2. cuando hay heridas no resueltas sigue doliendo por que existe la duda

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    1. Sr o Sra. Anónimo/a, le ruego que se identifique o me obligará a eliminar la opción del anonimato, cosa que no me gustaría. Este es un blog con pocas visitas y conocidas, estoy dispuesta a que lo lea pero comentar sin identidad, además de una cobardía, me parece una falta de respeto que no voy a permitir
      Muchas gracias

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Y si tú fueras Silvia, ¿qué me contestarías?