1 de abril de 2013

En algún lugar del sur, 1 de abril de 2013

Hola Silvia,

Te contaría muuuuchas cosas que han pasado en este último mes que llevo sin escribirte pero me apetece contarte qué pensé, qué pasó cuando David me echó de su casa y yo tuve que decidir si quedarme en San Sebastián o volver a Madrid.

Como ya sabes y viviste en tus propias carnes, ni mi relación con mi madre ni con mi familia era, o es, buena, así que casi desde el principio el volver a Madrid no era una opción. Además, tenía un buen trabajo en Irún y David iba a pedir la cuenta en la empresa por lo tanto, sería toda para mi, sin tener que verle la cara cada día.
Además, hacía poco me habían ofrecido un cargo de mayor responsabilidad en la empresa y no iba a dejarlo escapar.
A parte de todas estas razones, me apetecía empezar una nueva vida. El tiempo que llevaba sin tener a mi madre a dos paradas de metro de distancia, había sido muy beneficioso, así que cuando David me dijo "te quiero fuera de mi casa" y tras los primeros momentos de duda, pensé que debía quedarme allí a vivir.
Viniendo de Madrid, lo normal sería pensar que en una ciudad como San Sebastián, que es capital de provincia y tal, iba a estar cómoda pero no era el caso. Es una ciudad muy bonita para ver pero muy muerta para vivir. Si querías irte a tomar una cerveza a partir de las 8 de la tarde un miércoles por la noche, tenías que bajar a la ciudad, a la parte antigua, con todo lo que ello conllevaba: coche, parking, cervezas más caras.....vamos, que el barrio donde David vivía tenía menos vida que un cementerio! así que decidí buscar casa en Irún.
Irún tan sólo es un pueblo pero tiene vidilla, tiene gente por la calle (por la única calle del pueblo) tenía casa de cultura, gimnasio, centro de salud, parada de bus, renfe....tenía todo, más cerca y más accesible que en la capital, así que, la cosa estaba clara.

Después de llorar mares, de sentirme frustrada, perdida, rendida, tristísima y todo y todo, me instalé en mi nueva casa.
De repente, descubrí un montón de gente que hacía tiempo que estaban ahí, dispuestos a ayudarme, a ser mis amigos, pero que yo no había visto porque la relación enfermiza y de dependencia con David me tenían ciega.
Un compañero del almacén vino a montarme la cama, un montón de chóferes me ayudaron con la mudanza, y un chavalín de la empresa de enfrente empezó a llevarme al cine y a dar una vuelta sin pretender absolutamente nada conmigo o de mi.

En los siguientes años me convertí en alguien respetable en la empresa, me conocí a mi misma, hice deportes que nunca pensé como la escalada por roca, adopté un perro, hice amigos, gané dinero, pero sobretodo y por encima de todo, descubrí que no era una niñata que no era capaz de conseguir por sí misma nada, como me había hecho creer mi madre toda mi vida. Yo me encargaba de mis gastos, de mi casa, y aún me quedaba para salir.
Aprendí a utilizar a la gente. Ya sé que no es políticamente correcto pero es más real que el teclado con el que te estoy escribiendo.
Cuando me apetecía salir llamaba a determinadas personas; cuando me apetecía ir al teatro, a otras distintas y cuando quería ir de excursión, a otro tipo de gente. Y una vez terminada la actividad, tú a tu casa y yo a la mía, y no necesito ni enviarte mensajitos, ni estar llamándote todo el día, ni obligarme a salir contigo porque hace más de un mes que no nos vemos, no me hace falta. Te llamo cuando me apetece y cuando no, no.
Otro aspecto importante es que sabía hasta dónde quería llegar con alguien, me explico....
Una vez un chófer por un acontecimiento que no recuerdo, no podía quedarse a dormir en su camión y yo le invité a cenar y a quedarse a dormir en mi sillón. Literal: cenar y dormir en el sillón.
Mientras hacía la tortilla, ya intentó acercarse a mi, y se lo volví a aclarar: cena y sillón.
Cuando terminamos de cenar, volvió a acercarse. Me contó que yo le había hecho señales, que ninguna mujer decente dejaba subir a un chófer a su casa, que yo había sido muy amable y quería "pagármelo"....y mi antigua maripili me decía: "tiene razón, la culpa es tuya por ofrecerte. Te pasas de buena y la gente no lo entiende. Es un "compañero" de la empresa, ¿qué dirá de ti si no sucumbes?" pero la nueva maripili lo tenía claro: "no, yo le he dejado claro que era cena y sillón, en ningún momento le dije más. Ni me he insinuado ni le he ofrecido nada más. NO"
Por supuesto, me tachó de calienta poyas, de estrecha y de no sé cuántas cosas más, pero fue cena y sillón.
Vale, este caso no es un buen ejemplo de aprovecharme de la gente pero sí de otra de las muchas cosas que aprendí: a decir NO. A creer en mi, a hacerme caso, a confiar en mi, a no creerme la última mierda, a no dejar que me manipulen....en definitiva, me hice independiente.

¿Era feliz? ¿era más feliz que en Madrid? rotundamente no, pero sí estaba más tranquila, me sentía más segura y sabía lo que quería, cuándo lo quería y con quién. No me influenciaba la familia, ni el qué dirán, ni los compromisos sociales, éramos yo y mi vida, y ya tenía bastante.

Muchas veces me pregunto si me arrepiento de lo vivido. Si me hubiera gustado no conocer a David. Si tuviera una máquina del tiempo, si al volver a aquella época cambiaría algo. La respuesta vuelve a ser: NO.
Aunque en realidad, si tuviera una máquina del tiempo se cubriría de polvo en mi trastero porque no la utilizaría. El pasado duele demasiado y el futuro me da miedo.


Un beso, te recuerdo.
Maripili

12 comentarios:

  1. Ahora ya lo has hecho.. has fomentado el efecto CULEBRÓN... jajajajajajajaja
    total.. que lo tengo que preguntar ¿por qué te fuiste de allí?.....
    Has despertado al monstruo cotilla...


    Un besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un ataque de gases, lady...jajajajajajajaja
      Tranqui, dame un par de días y os lo cuento, que tiene miga!

      Por cierto, siento tenerte tan abandonada a nivel blog, no estoy leyendo a nadie porque me faltan horas al día, hoy he conseguido mi primera venta con la empresa!!!!!!

      Eliminar
  2. Ya estabas tardando! enganchaíta me tienes maripelos con tus cartas a Silvia, mira tú que para nada te hacía escalando por esos años en pura roca como la loka de mi hija ni sacando pecho y coraje a todas esas vicisitudes que escribes...que sepas que aquí sigo, como el chavalín que te llevó al cine, oye qué majo!
    MUACKKKKKKK!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que si le contara ahora a mi seño de gimnasia del cole de monjas que he escalado una montaña de roca, me preguntaría que en qué sueño pero sí, lo hice. Lo que no reconoceré nunca en público es que un poco más y del vértigo que me dio no bajo, pero subir, subí sin problemas!
      Uf solete! llevo sacando pecho desde hace muuuuuuuuuuchos años. Lo he sacado tanto que ahora mis tetas están colganderas! jajajajajaja
      Ese chavalín es muy majo, pero de HB. Tuve que dejar de hablarle cuando me enteré, además de las tetas caídas, una tiene principios.

      Eliminar
  3. Ésa es mi Maripili valiente y con fuerza, no imaginaba que hubiera una época en la que no fueras así. Yo también me pregunto: ¿por qué te fuiste de allí? Supongo que "vicisitudes de la vida" y tal, ¿no?
    Llevabas un siglo sin escribir, que yo lo hago poco, pero tú andas así así.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uy Jana! en realidad ni soy valiente ni tengo fuerza, tan sólo he de seguir adelante sea como sea.
      Sí, llamémoslo vicisitudes (joder! me he tenido que copiar de ti para escribir correctamente visicisitudices)

      No tengo tiempo, Jana. Ni tiempo ni últimamente ánimos y mi vida sigue siendo de alto secreto porque implica a otras personas así que tengo que pensar minuciosamente de qué hablar en cada entrada.

      Eliminar
    2. Pues el tiempo puede faltarte, y no te creas que es malo porque a mí me sobra y eso sí que amarga, pero los ánimos que no te falten, Maripili, guapa. Y escribas lo que escribas, es una gloria siempre leerte porque consigues sacar una sonrisa, y dos, y más, tienes ese don.
      Un beso enorme.

      Eliminar
    3. Ofú Jana! pues este blog no es precisamente divertido! pero bueno, si consigo que "disfrutéis" leyendo mis miserias, suficiente!
      De ánimos ando un poco escasa....tú sabes si en los mercadillos venden ánimos baratos?

      Eliminar
  4. Me gusta como lo cuentas, Maripili....me gusta que nos dejes con la intriga....pero tanto tiempo...no! coñe!

    Miss U!
    Feria del Álamo XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajajajajajaja señorita del álamo! intentaré no dejaros tanto tiempo in albis
      Miss U 2

      Eliminar
  5. Lo curioso es como se ven las cosas después de tanto tiempo. Como una fotografía antigua que te trae recuerdos que a veces no sabes si son buenos o malos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, creo que estoy...bueno, creo que llevo instalada en la fase de idealizar el pasado unos cuantos años. Aún y así, estoy casi segura de que en aquella época estaba en paz conmigo misma

      Eliminar

Y si tú fueras Silvia, ¿qué me contestarías?